La selección venezolana Sub 17, que ya había asegurado el cupo al Mundial EAU 2013, empató 2-2 con Argentina (campeona del torneo) y se sube al podio del Campeonato Sudamericano de la categoría, con la medalla de plata brillando en el pecho.
Con una victoria ante la albiceleste, la Vinotinto podía coronarse, peró faltó algo de suerte por un lado, y de objetividad arbitral por el otro. Andrés Ponce, con su séptimo gol en el certamen, abrió el marcador del partido pero rápidamente los locales emparejaron por medio de Suárez.
La segunda etapa mostraba paridad en las acciones, pero llegó el desequilibrio por una decisión del juez principal: agresión mutua entre Marrufo y Suárez, pero el árbitro optó por expulsar solamente al criollo. De ahí en más, Argentina se adueñó del balón y se fue arriba 2-1. Sin embargo, el corazón vinotinto impulsó a estos muchachos a empatar el partido a través de Peña, anotando un gol más que merecido para uno de los mejores jugadores de nuestra selección. Lamentablemente, por una situación que no quedó clara en las imágenes, el principal mostró la segunda amarilla al propio Peña para expulsarlo también.
No queda más que aprovechar este espacio para agradecer a los jóvenes por las alegrías que brindaron, la entrega con la que pelearon cada balón, la humildad con la que transitaron el camino al Mundial y fortaleza mental con la que superaron los obstáculos que se les presentaron.
Con una victoria ante la albiceleste, la Vinotinto podía coronarse, peró faltó algo de suerte por un lado, y de objetividad arbitral por el otro. Andrés Ponce, con su séptimo gol en el certamen, abrió el marcador del partido pero rápidamente los locales emparejaron por medio de Suárez.
La segunda etapa mostraba paridad en las acciones, pero llegó el desequilibrio por una decisión del juez principal: agresión mutua entre Marrufo y Suárez, pero el árbitro optó por expulsar solamente al criollo. De ahí en más, Argentina se adueñó del balón y se fue arriba 2-1. Sin embargo, el corazón vinotinto impulsó a estos muchachos a empatar el partido a través de Peña, anotando un gol más que merecido para uno de los mejores jugadores de nuestra selección. Lamentablemente, por una situación que no quedó clara en las imágenes, el principal mostró la segunda amarilla al propio Peña para expulsarlo también.
No queda más que aprovechar este espacio para agradecer a los jóvenes por las alegrías que brindaron, la entrega con la que pelearon cada balón, la humildad con la que transitaron el camino al Mundial y fortaleza mental con la que superaron los obstáculos que se les presentaron.
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