Con pena y sin gloria...

Durante la noche del miércoles, finalizó el andar de los clubes venezolanos en la edición 2012 de la Copa Santander Libertadores. Una aventura que había comenzado con la eliminación de Caracas FC en la fase previa, culminó del peor modo para los criollos.



Zamora debía visitar La Bombonera y, con poco, Boca Juniors los venció 2-0. De esta forma, la Furia apenas acumuló un punto en seis presentaciones, en las que ni siquiera fue capaz de anotar un gol. Lamentablemente, 540 minutos no fueron suficientes para que los zamoranos experimentaran la alegría del gol, al menos en una ocasión.



Unos minutos más tarde, Deportivo Táchira sufriría una verdadera humillación en el Pacaembú, al ser goleados 6-0 por Corinthians. El Carrusel, a pesar de llegar al compromiso sin esperanzas de clasificación, alineó el mejor 11 disponible, pero esto no redundó en una actuación positiva del equipo. Al igual que Zamora, Táchira ocupó el último lugar de su grupo tras obtener tres unidades (producto de tres empates caseros).


En líneas generales, la participación de los clubes venezolanos fue un fracaso. El momento importante que vive la Vinotinto, no está ligado al crecimiento del torneo local. Deben empezar a estudiarse posibilidades para mejorar la calidad del fútbol venezolano: menor cantidad de equipos en la primera división, cambiar el método para acceder a las competiciones internacionales, capacitar a los árbitros, hacer una verdadera contraloría al accionar de la FVF y tantas otras opciones que deben explorarse. Hay que evitar seguir siendo equipos de relleno, para ser protagonistas de las Copas.

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