La Vinotinto jugó su segundo partido en cuatro días en tierras norteamericanas, sufriendo una merecida derrota por marcador de 2-0 ante su similar de Honduras. Los "catrachos" tenían un buen componente de sus mejores hombres, mientras que Farías dio chance a segundas líneas (en su gran mayoría jóvenes).
La primera parte mostró lo mejor de Venezuela. Por 25 minutos el equipo jugó presionando la salida del rival y generando peligro gracias al juego en equipo mostrado por Del Valle. Sin embargo el equipo se fue diluyendo al ritmo de un Del Valle más individualista y un Chourio poco lúcido (ambos jugaron por los extremos), mientras Honduras emparejaba las acciones. Al descanso el empate a cero era justo.
El segundo tiempo mostró muy pocas cosas positivas de la Vinotinto. Honduras manejaba el partido y los criollos se notaban sin gasolina en el tanque. El balón parado fue letal una vez más ya que a través de un saque de esquina llegó la ventaja hondureña por medio de Carlos Costly, jugador que pocos minutos después duplicó la cuenta gracias a un boquete que dejó Granados por izquierda. Farías hizo cambios pero ya era muy tarde y aunque el equipo mejoró, el poste negó el descuento a Josef Martínez.
La gira fue negativa en cuanto a resultados, pero no hay que alarmarse. La Eliminatoria sudamericana dura tres largos años, por lo que el DT debe contar con una base amplia de jugadores convocables. Los que hoy son jóvenes, durante la eliminatoria ya tendrán mayor experiencia y César Farías podrá contar con ellos sin necesidad de hacerlos debutar en plena competencia.
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