En la noche de ayer, la selección de Argentina goleó por marcador de 4-1 a Venezuela en partido amistoso que sirvió para inaugurar el Estadio Bicentenario, provincia de San Juan, Argentina. Por no tratarse de una fecha FIFA, la Albiceleste llevó un combinado exclusivamente local. La Vinotinto prácticamente hizo lo propio, aunque pudo contar con "extranjeros" como Gabriel Cichero y César "maestrico" González (ambos juegan en el país austral), Luisma Seijas y Jesús "pulga" Gómez.
El partido fue dominado a placer por Argentina, dictando los tiempos de juego en todo momento. La Vinotinto fue un equipo estéril, sin ideas. El mediocampo ni mantenía la posesión del balón ni filtraba los ataques rivales, exponiendo a una defensa que desde hace tiempo es el punto más flojo de la selección. Los Albicelestes marcaron cuatro goles, pegaron dos postes y vieron como les anulaban por fuera de juego un tanto que era válido, además de las buenas atajadas de Leo Morales. Daniel "cafu" Arismendi anotaría el empate transitorio, cuando Venezuela aprovechó la lesión de Ariel Rojas para generar una llegada por banda derecha.
Estamos a escasos meses de la Copa América. César Farías no ha dado con correctivos defensivos, pues por un lado no convoca nuevos jugadores para probar en la zaga y por el otro pareciera carecer de conocimientos tácticos que al menos maquillen las deficiencias individuales. Anoche, un proceso de casi cuatro años se estrelló con un grupo de jugadores que no tenían más de tres días entrenando juntos.
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