Daniel Prat Jerez (LIDER) - Fernando De Ornelas abrió un espacio en casa, y entre alguna de las 16 camisetas que defendió, guardó los zapatos de fútbol y el pantalón corto, dejando atrás una carrera que inició hace 15 años y que lo llevó a conocer un sinfín de lugares. “Mi objetivo era salir al exterior, no recorrer medio mundo”, cuenta con su típico estilo sencillo y carente de cualquier prisa.
A los 33 años decidió cruzar la línea de cal y dejar las canchas, por lo menos como jugador activo, ya que el delantero caraqueño está a punto de aceptar una oferta del Gulset, un modesto equipo de la Cuarta División noruega que lo quiere como su entrenador para el próximo año.
El próximo 20 de noviembre se cumplirán 16 años de su debut en Primera, con la camiseta de Marítimo. Sin embargo, los años no han difuminado el recuerdo. “Claro que me acuerdo, era un partido contra Caracas y a los diez minutos me expulsaron por una fuerte patada a Saúl Maldonado”. Ahí inició el camino, que fácilmente podría parecer el anuncio de una aerolínea: Venezuela, Hong Kong -donde fue líder goleador-, Alemania, Chipre, Escocia, Portugal, Inglaterra y Noruega. Sólo le faltó la Colonia Tovar.
Los motivos del adiós
Luego de una experiencia brillante con el Odd Grenland en el país nórdico, el delantero abandonó Europa luego del descenso del equipo de Skien y regresó al país. “Ya en Venezuela me pasó algo por la mente porque pasé más tiempo fuera de la cancha que en ella”, por culpa de las lesiones. Volvió a hacer maletas y regresó a Noruega. Ahí contribuyó a la salvación del Mjondalen (2ª), su último club como jugador.
“Tengo que darle gracias a Dios por la carrera que tuve”, asegura el goleador, quien es un disciplinado religioso. “Pero el tema de las lesiones, llegar a casa y ver que mis hijos y mi esposa ya dormían, es duro, por eso decidí dar un paso al costado”, confirma. “El recuerdo lo llevaré ahí, sólo con ver la cancha vuelven todas las imágenes. Una vez que das el paso, debes estar cien por ciento seguro de que ya no se va a volver”, apunta.
En el baúl de los recuerdos “tengo bastantes”, admite. “Jugar con la selección, en la Copa América, conocer tantas culturas, haber marcado diferencia en Noruega”, enumera. ¿El mejor gol? “Ante Austria (06/09/06), ese día cumplía años mi hijo. También el primero con la selección -su debut ante Perú- que era día del padre (20/06/99)”.
En su mente, la idea del retiro venía dando vueltas;_al punto que ya había tomado el lápiz y el cuaderno para hacer el primer curso de entrenador. También tuvo ya una breve experiencia. “Fueron tres meses con la sub-16 del Gulset, fue muy agradable”, describe. “Y recuerdo lo que me han dejado los técnicos que tuve: Pedro Castro, Alfredo López, Casimiro Mior, John Barnes, Kenny Dalglish y tantos otros”.
Desde el banco de un modesto club noruego iniciará un nuevo sendero, el que lo convertirá en el primer técnico venezolano en Europa. Como jugador recorrió medio mundo. ¿Recorrerá, como técnico, la otra mitad del globo?
Con el pizarrón espera emular a Pep Guardiola
Decenas de entrenadores y un centenar de compañeros no pasaron en vano para Fernando De Ornelas. Ahora como técnico, el caraqueño podrá mostrar todo lo aprendido. “He seguido mucho a (Josep) Guardiola y quiero que ese sea mi estilo: tener la pelota”, afirma convencido. “Aunque todo depende de los jugadores que tenga”, matiza. Lo que sí tiene claro es que jugará con “el 4-4-2, y siempre al ataque, nunca al pelotazo”.
Sus vivencias también le ayudarán a manejar el vestuario. En ese punto recuerda a John Barnes, su DT en el Celtic. “Siempre entrenaba con nosotros. Quiero ser así, cercano; aunque con respeto”. No descarta volver al país en su nueva faceta: “Ahora estamos residenciados aquí, pero uno no puede cerrar las puertas”. Luce enterado y nombra como ejemplo a César Farías y Eduardo Saragó, dos técnicos jóvenes, como ahora lo es él.
A los 33 años decidió cruzar la línea de cal y dejar las canchas, por lo menos como jugador activo, ya que el delantero caraqueño está a punto de aceptar una oferta del Gulset, un modesto equipo de la Cuarta División noruega que lo quiere como su entrenador para el próximo año.
El próximo 20 de noviembre se cumplirán 16 años de su debut en Primera, con la camiseta de Marítimo. Sin embargo, los años no han difuminado el recuerdo. “Claro que me acuerdo, era un partido contra Caracas y a los diez minutos me expulsaron por una fuerte patada a Saúl Maldonado”. Ahí inició el camino, que fácilmente podría parecer el anuncio de una aerolínea: Venezuela, Hong Kong -donde fue líder goleador-, Alemania, Chipre, Escocia, Portugal, Inglaterra y Noruega. Sólo le faltó la Colonia Tovar.
Los motivos del adiós
Luego de una experiencia brillante con el Odd Grenland en el país nórdico, el delantero abandonó Europa luego del descenso del equipo de Skien y regresó al país. “Ya en Venezuela me pasó algo por la mente porque pasé más tiempo fuera de la cancha que en ella”, por culpa de las lesiones. Volvió a hacer maletas y regresó a Noruega. Ahí contribuyó a la salvación del Mjondalen (2ª), su último club como jugador.
“Tengo que darle gracias a Dios por la carrera que tuve”, asegura el goleador, quien es un disciplinado religioso. “Pero el tema de las lesiones, llegar a casa y ver que mis hijos y mi esposa ya dormían, es duro, por eso decidí dar un paso al costado”, confirma. “El recuerdo lo llevaré ahí, sólo con ver la cancha vuelven todas las imágenes. Una vez que das el paso, debes estar cien por ciento seguro de que ya no se va a volver”, apunta.
En el baúl de los recuerdos “tengo bastantes”, admite. “Jugar con la selección, en la Copa América, conocer tantas culturas, haber marcado diferencia en Noruega”, enumera. ¿El mejor gol? “Ante Austria (06/09/06), ese día cumplía años mi hijo. También el primero con la selección -su debut ante Perú- que era día del padre (20/06/99)”.
En su mente, la idea del retiro venía dando vueltas;_al punto que ya había tomado el lápiz y el cuaderno para hacer el primer curso de entrenador. También tuvo ya una breve experiencia. “Fueron tres meses con la sub-16 del Gulset, fue muy agradable”, describe. “Y recuerdo lo que me han dejado los técnicos que tuve: Pedro Castro, Alfredo López, Casimiro Mior, John Barnes, Kenny Dalglish y tantos otros”.
Desde el banco de un modesto club noruego iniciará un nuevo sendero, el que lo convertirá en el primer técnico venezolano en Europa. Como jugador recorrió medio mundo. ¿Recorrerá, como técnico, la otra mitad del globo?
Con el pizarrón espera emular a Pep Guardiola
Decenas de entrenadores y un centenar de compañeros no pasaron en vano para Fernando De Ornelas. Ahora como técnico, el caraqueño podrá mostrar todo lo aprendido. “He seguido mucho a (Josep) Guardiola y quiero que ese sea mi estilo: tener la pelota”, afirma convencido. “Aunque todo depende de los jugadores que tenga”, matiza. Lo que sí tiene claro es que jugará con “el 4-4-2, y siempre al ataque, nunca al pelotazo”.
Sus vivencias también le ayudarán a manejar el vestuario. En ese punto recuerda a John Barnes, su DT en el Celtic. “Siempre entrenaba con nosotros. Quiero ser así, cercano; aunque con respeto”. No descarta volver al país en su nueva faceta: “Ahora estamos residenciados aquí, pero uno no puede cerrar las puertas”. Luce enterado y nombra como ejemplo a César Farías y Eduardo Saragó, dos técnicos jóvenes, como ahora lo es él.
1 comentarios:
http://lacaimana.blogspot.com/2009/10/se-retiro-el-divino.html
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