El futbol es patria

Antonio Castillo(escritor Forovinotinto.com). "El futbol es patria porque cada pueblo marcha al ritmo de su selección nacional" fueron las palabras sabias que dijo el fallecido José Omar Pastoriza (ver foto) en un programa de Tercer Tiempo de Merdiano Televisión al periodista Alex Candal cuando recién empezó a dirigir la vinotinto de cara a la eliminatoria de Corea y Japón 2002.

Dichas palabras sorprendieron a un muchacho que apenas salía del bachillerato y siempre fue amante del futbol venezolano y de su selección mientras el resto de sus compañeros de clase se morían por ver al Real Madrid y a las selecciones de España, Italia, Brasil y Alemania. Recuerdo esta frase que impactó mi vida y me hizo el más orgulloso de los venezolanos de su selección y del proceso que estaba por empezar en ese momento después de seguir al equipo nacional desde la Copa América de Chile del 93 con Ratomir Djukovic con humillaciones continuas desde ese momento hasta que este aventurero argentino admirador de Menotti tomara las riendas de una selección anciosa de ser algo más que los tres puntos que regalaba la eliminatoria y no tardó mucho en dar resultados, un empate ante Dinamarca y una victoria ante Perú en amistosos nos hizo soñar a los fieles seguidores de la selección; esos que de verdad estuvimos en las malas y en las peores; nos hizo ver que las cosas estaban por cambiar para bien o para mal.

Anteriormente a eso vi procesos como los del mismo Djukovic, criticado en su momento por preparar un equipo de cara a la Copa América de Chile sin obtener resultados, un equipo que jugaba con marcas personales, pressing en todos los sectores del campo, un sistema agotador que no funcionaba por falta de disciplina y trabajo físico. Luego llegó Rafa Santana, el maestro de la presión a sus jugadores, un verdadero trabajador que llevó a la Venezuela sub23 a conseguir un cuarto lugar en el preolímpico de Mar del Plata en Argentina y donde ya se veían hombres como Rafael Dudamel, José Manuel Rey, Ruberth Morán, Gabriel Urdaneta, Félix Hernández y compañía que luego se juntaron en la mayor con Dionni Guerra, Giovanni Savarese, Stalin Rivas y Gerson Díaz pero con un esquema que paraba 5 defensas para evitar la humillación que igualmente se daba por desconcentraciónes defensivas pero con un pedazo de portero como San Rafael Dudamel que parecía hacerlo todo, hasta un gol de tiro libre ante Argentina. El mejor resultado obtenido en ese proceso fue un empate ante Chile en el estadio La Carolina de Barinas para las eliminatorias, un empate a uno que fue victoria hasta el último minuto del partido donde Stalin Rivas y Dionni Guerra estuvieron simplemente impresionantes, hablar de Dudamel es redundar porque cuando no lo estuvo para estos fanáticos que veían en Rafa a un Dios venido del cielo, un angel salvador que podía salvarnos de un 10x0 seguro en contra.

Pero siguiendo con Pastoriza; que en paz descanse; luego de sendos resultados positivos en amistosos volvimos a la realidad, el equipo jugaba mejor tácticamente, aparecían hombres como Castellín, Cásseres, Renny Vega, Jorge Rojas y Cari Cari Noriega dejando de lado a hombres importantes como Gaby Miranda, Stalin Rivas, Rafael Dudamel y el mismo Gilberto Angelucci. Una vez se le ganó a Bolivia en este proceso, una Venezuela que venía jugando bien pero la mayonesa no terminaba de cuajar, después de cada buena jugada venía un gol en contra, cuando parecía que empatábamos con cualquier rival nos clavaban el de la derrota en el minuto 90 o en el agregado.

En fin, ser hincha vinotinto era un verdadero calvario, una tragedia griega que siempre estaba regida por el destino que imponían los dioses por más que luchabas en su contra, era dramático, cuando te conseguías con la única persona que sabías que seguía a la selección en el liceo o en el edificio; si es que tenías a alguien cerca que siguiera a la selección; y comentabas el juego el alivio era hablar de una derrota reconfortante, que se jugó bien, que sólo nos hicieron 3, que pudimos hacerles uno, que Rafa era un fenómeno, que quizás Socorro se animaba a jugar con la selección pero nunca, jamás se destruyó a un seleccionador, jugador u hombre importante en la Federación.

Pero siguiendo con el tema, cuando llega Richard a la selección, después de la despedida de ese gran argentino que cambió mi óptica sobre el futbol, lo recibí internamente con cierto desgano, este Richard Páez que venía de llevar a Estudiantes de Mérida a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América no hablaba poéticamente como el Ríoplatense, era más bien pragmático, iba al grano, hablaba de irreverencia, de que si podíamos hacerlo y vino su estreno contra Bolivia en La Paz, otra goleada dolorosa, un 5x0 contundente que no pudimos ver por televisión ya que los juegos de la selección en el exterior no eran televisados. Ya veía al merideño como el causante del ocaso de lo logrado por Pastoriza y en vísperas del juego contra Uruguay en otro programa de 3er tiempo veía como las llamadas al programa vaticinaban otra humillación más, al colmo llegó el asunto que el mismo Alex Candal llamó al país a tener fé en la selección nacional, a esto se le sumó unas declaraciones de Recoba en Maracaibo diciendo que ellos venían por tres puntos seguros dando a entender con sus gestos que Venezuela no era rival, y yo joven al fin, con mucha ingenuidad y amor a la camiseta decidí hacerle caso al menor de los Candal. Lo demás es ampliamente conocido por todos ustedes, se ganó un juego impresionante, volví a ver a Rafa entre los tres palos sacando un tiro libre de Recoba impresionante, de esos que nos clavaban al final de cada juego de la era Pastoriza para terminar en empate, seguida esta atajada por un golazo de Ruberth Morán, quizás no tan golazo por la ejecución, sino por lo que significó para los amantes de la selección que vimos sus peores momentos siempre esperando momentos mejores. Richard le dio a la selección coraje, irreverencia, autoestima siguiendo el estilo culturalmente más cercano a Venezuela, el estilo colombiano de Francisco Maturana, el toque y toque que llevó a Colombia a brillar a principios de la década de los 90. Para ese momento le preguntabas a un periodista de cadenas deportivas lationamericanas por futbolistas de nuestro país y nadie los conocía, ni de donde procedían ni cuales eran nuestros clubes, como las cosas han venido cambiando.

Todo esto lo digo ya para hablar un poco sobre César Farías, un hombre con temperamento, conocedor del futbol de hoy y sucesor de esta zaga gloriosa si para aquellos que nos tragamos las verdes por amor a la camiseta. Cuando yo vi a César Farías hablarle al país por primera vez decir que Venezuela clasificaría a Sudáfrica 2010 y que eso lo debíamos creer todos los venezolanos desde el presidente de la República hacia abajo y el mismo presidente respondió a ese llamado; más allá de simpatías políticas; me llamó mucho la atención en muchos sentidos. Es el primer seleccionador nacional que hace un llamado a todo el país, desde su primer mandatario hasta el venezolano común, todo esto seguido de una serie de comunicados, siempre llamándonos a la unidad, a creer que si se puede, estemos deacuerdo o no a lo que juega la selección, nos guste o no su figura, en pocas palabras, estés con él o no, llama a estar con las 22 vinotintos que salten al terreno en cada juego de los que queda. Esto muchos lo calificarán de pedancia, de ridículo, pero el señor Farías lo tiene muy claro, está empezando a trabajar en algo que nadie ha trabajado en este país, en crear la cultura futbolística que nos falta a los venezolanos. Esa falta de cultura que lleva a muchos a criticar por criticar, a pedir la dimisión del entrenador nacional sin argumentos serios, a entender lo que se ha hecho antes del boom vinotinto, en lo que se está trabajando y lo que viene por hacerse. O es que creen que países como Ecuador por ejemplo con cultura futbolística, en donde el futbol es su deporte más popular llegó al mundial de la noche a la mañana? Estos son procesos de años, Venezuela tiene que terminar de crear una identidad futbolistica, no una copia serbia, argentina o colombiana, tenemos que crear nuestra cultura futbolística como hinchas para plasmar una identidad en nuestros equipos nacionales y a eso es lo que va César Farías consciente o inconscientemente, nos guste o no, César es el hombre indicado para este momento, llevó a la Sub20 a un mundial, está a punto de romper el record de puntos en una eliminatoria para Venezuela, le ha dado cabida a nuevos valores y trabaja en modernizar lo que Páez dejó en su legado. Más allá de la arrogancia del seleccionador nacional hay que apoyarlo a él y a sus 22 guerreros para lo que venga sea cual sea el resultado, después de contarles todo esto les digo, lo importante no son los resultados, es la evolución que se ha logrado, de tener 11 hombres colgados en el vertical para evitar el gol a pelear de tu a tu contra el que venga.

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